Area da penaronda

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Area da Penarronda

El conflicto de oclusivas en el Gallego-asturiano


Otro de los fenómenos que dan personalidad propia al gallego-asturiano dentro del dominio gallego-portugués son las soluciones alcanzadas ante el conflicto entre oclusivas.

Es conocido como las lenguas célticas, desconocieron o restringieron el uso de las oclusivas sordas. Es por ello, que tienden a sonorizarse aquellas en la romania occidental hasta la línea Spezia-Rimini, según grafías que datan del siglo II, así lat. cepulla>Eon. cebolla/cebola, lat. lupus, Eon. Llobo/lobo, lat. separare>Eon. xebrar. En el caso de conflicto de oclusivas sordas este fenómeno se agrava hasta el punto que el sónido no sólo se sonoriza, sino que llega a transformarse en un sónido vocálico, con la pérdida consiguiente de las consonantes oclusivas sordas agrupadas. Véase así la conocida evolución de los grupos -ct, -ps, p', captivus>cautivu (ast.), cautivo (cast., eon, gal. port.), raptare>roubar (ast. Occid., gall. Eon.), rápidus>raudo (cast.), rabion (ast.), absentem>ausente (cast., gall, Ast., Eon.), capsa> caixa, (gall. port. eon.), lat. noctem (gall. Noite, ast. oc. nueiti, Eon. noite), lat. lacte (lèite/llèite Eon.), lat. factu (Eon. feito), perfecto (Eon. perfeuto), directo (Eon. direito), iactu (xeito), etc..

Sin embargo cuando el que entra en conflicto es un fonema oclusivo sonoro con otro sordo, la solución en gallego-asturiano es distinta, procediéndose a la transformación del primero en un fonema lateral velarizado:
  • g-a meiralgo, gal. meirazo, cast. mayorazgo.
  • g-a (m) achalga, port. achadego; cast. hallazgo.
  • g-a: galdir, port. gualdir/galdir, cast. gandir (tragar).
  • lat. levitus, g-a leldo/lleldo, port. lévedo.
  • lat. nática, g-a (-), port. nádega, cast. nalga.
  • lat. dubitum, g-a (m) dolda, port. débeda, g-p dulta.
  • lat. cubitum, g-a coldo, port. cobedo, cast. codo.
  • lat. xudicar, g-a (m) xulgar , port. julgar, cast. juzgar.
  • lat. filictum, g-a folgueira, port. feto/folgueira, gall. fento/folgueira, ast. felguera/felechu.
  • Árabe: al ḥāǧah, g-a ayalga, castellano alhaja.
Este proceso no se ha generalizado en otros casos como lat. iudicare > g-a xuzgar, quizás, por tratarse de palabras extrañas al contexto económico rural donde se ha desarrollado esta lengua.

La razón de ser de este fenómeno, según Rafael Lapesa, es la incompatibilidad sonora de dos oclusivas en las lenguas gallego-portuguesas. Señala este autor, que en este grupo romance ante el conflicto dos oclusivas, la primera de esas pasa a -l-. Este rasgo, propio de las lenguas gallego-portuguesas, sigue indicando Lapesa, se ve también muy representado en los textos leoneses antiguos y en el actual de muchas zonas del dialecto, pero es ante todo originario y propio de las lenguas gallego-portuguesas (1998, 51).

Dicho esto, lo que parece claro es que este rasgo común a todas las lenguas del noroeste peninsular se presenta de forma más persistente en la cuenca fluvial de los Ríos Eo y Navia que en ningún otro lugar de la Galaicofonía siendo su epicentro natural. Así en el caso de la palabra dolda, se observa que esta es utilizada de forma sistemática aparte de los notarios del Monasterio de Oscos por los notarios del obispo de Mondoñedo, Santiso de Abrés, Trabada, Miranda (Pontenova), Santa Meira etc.

El empleo de esta solución en el resto de los cartularios de los monasterios asturianos no es tan persistente, utilizándose indistintamente dubda y dulda. En el caso de Cornellana se emplea exclusivamente la expresión 'dubda'. También de los notarios del Monasterio de San Pelayo de Oviedo (AMSP Leg Q nº 587, AMSP leg u nº 693) y el de Obona. Por el contrario el del monasterio de las Huelgas de Avilés y del Monasterio de Nava utilizan exclusivamente dulda. En el caso del Monasterio de Santa María de Belmonte se emplea mayoritariamente dolda, pero en algún caso emplea la expresión dubda  (AHN c. 1576, nº 3, 1269)  e incluso la expresión dolla en un documento de 1304. En el cartulario del Cartulario de Belmonte el notario de Somiedo emplea exclusivamente dubda (véase AHN c.1576 nº 7, a. 1273), mientras que el de Grado emplea la expresión dolda. En el caso de Corias Lapesa, cita un documento de 1268 que se utiliza dolda pero a partir del siglo XV se generaliza la expresión dubda (1442 y 1464). Dentro de la documentación de la Catedral de Oviedo en la publicación de documentos realizada por el Alla para el siglo XIII, hemos encontrado la expresión dobda/dubda en 22 ocasiones mientras que la exrpesión dulda/dolda es utilizada en 21. En nuestra opinión la solución dubda frente a dolda es mayoritaria en el Asturiano medieval, y en tal sentido, Cabeda y Nava, señalaba ya en 1837: «La pronunciación de la –u- en lugar de la b, se confirma con las antiguas voces cabdal, cabdiello, dubda, etc en las cuales se substituyó la ‘u’ a la ‘b’ como caudal, caudillo, duda etc». Sigue diciendo don José Cabeda, "hacia las montañas de Teberga dícese todavía 'coudicia', 'toudo', etc, especie de diptongos que en tiempo de segura sin duda estaban en uso como se hacia de ver en la copla 35 del poema de Alejandro donde se dice 'ousar' por 'usar' y en la copla 2398 en que se dice 'Outumno' por 'Otoño'", (José Cabeda y Nava, poesías selectas del idioma asturiano, Imprenta de Benito González y Compañía, 1859, p. 48).» 

En todo caso el origen de la aparición de esta coda, en asturleonés no obedece necesariamente a la yuxtaposición de dos oclusivas como ocurre en gallego-portugués sino que puede tener un origen muy distinto, así sustituyendo a un diptongo decreciente, como en el caso 'recapitare' > 'recabdar' > 'recaudar' > 'recaldar' o sin motivo aparente como en el caso de 'doce'>'dolce'.

Dentro de los cartularios gallegos, luego de proceder a la consulta a través del Tesauro Medieval de la Lengua Gallega hemos encontrado en el periodo medieval 273 citas de textos de notariales en el que se emplea la expresión 'dulta' y 64 en la que se emplea 'dulda', siendo sistemáticamente empleada tal expresión en los siguientes cartularios: Monasterio de Santa María de Ferreira en Pantón, Vivero, Catedral de Orense Notario del Obispo de Mondoñedo, notario de Tui, Oseira, San Pedro de Roca, San Vicenzo de Pombeiro, San Clodio de Ribero, Vilar de Donas, San Esteban del Rio Sil, San Pedro de Ramirás, Santa María de Belvis, San Salvador de Pedroso. Entre quienes emplea la expresión dubda

De la expresión 'dubda' hemos encontrado 28 citas, en los siguientes Monasterios: Osera, Santo Domingo de Vivero, San Martiño de Vilaourente y Catedral de Tuy. En 39 ocasiones hemos encontrado la expresión duda. La expresión 'dúvida' o 'dúbida' no la hemos encontrado en textos notariales medievales-.

Pese a la claridad de los antecedentes medievales, Frías Conde al tratar de la hablas del llamado gallego-exterior (2001, 56), señala esta última circunstancia como extraña al dominio galaico. Tal afirmación, si bien quizás pueda ser predicable de la lengua gallega académica como hemos visto no se corresponde con el origen y evolución de la lengua gallego-portuguesa, viniendo a constituir uno de tantos otros ejemplos en el que el Gallego-asturiano pone de manifiesto la pervivencia de las soluciones más ancestrales del occidente peninsular.

En este sentido se puede señalar un distinto comportamiento fonético del hablante del noroeste peninsular ante el conflicto de oclusivas dependiendo del carácter sonoro o sordo de la coda latina que entra en colisión.

a) En el caso de colisión de fonemas oclusivos sordos, y dada la tendencia a sonorizar estos fonemas en las lenguas de la romania occidental, el hablante tiende a la constricción bucal al máximo, acercándose significativamente a la vocalización, por ende disminuyendo el esfuerzo muscular y la duración del segmento y transformándolo en resonante con fonación espontánea dando lugar a la vocalización del fonema. Véase, así los grupos -ct, -ps, p', captivus>cautivu (ast.), cautivo (cast., eon, gal. port.), raptare>roubar (ast. Occid., gall. Eon.), rápidus>raudo (cast.), rabion (ast.), absentem>ausente (cast., gall, Ast., Eon.), capsa> caixa, (gall. port. eon.), lat. noctem (gall. Noite, ast. oc. nueiti, Eon. noite), lat. lacte (lèite/llèite Eon.), lat. factu (Eon. feito), perfecto (Eon. perfeuto), directo (Eon. direito), iactu (xeito), etc.. 

b) Sin embargo, cuando quien confluye con un fonema oclusivo sordo es un fonema oclusivo sónoro: 'dubita', 'cubito', 'iudicare', 'lebito', la tendencia a sonorizar las oclusivas sordas produce el efecto contrario. Esto es debido a la ausencia del marcado requerimiento articulatorio que se observa en el castellano. Debe tenerse presente que las consonantes obstruyentes sonoras combinan dos difíciles maniobras articulatorias: (i) la obstrucción bucal propia de ellas, la cual aumenta la presión intrabucal al empequeñecer la cavidad bucal y (ii) la vibración glotal necesaria para la sonoridad. Esta propiedad fonatoria requiere de un desbalance entre las presiones subglotal y bucal a favor de la primera, para que el flujo de aire pulmonar salga con facilidad y fuerza permitiendo que se venza la presión intraglotal. La tendencia a sonarizar este grupo consonántico determina la creación de una fonema aproximante que se deformó hasta la formación de una coda lateral, vease dulda, coldo, leldo,  nalga, etc.

Este mismo resultado se observa en el caso de conflicto de la lateral líquida '"l" más consonante, en el que mantiene la -l- después de oclusiva sonora: aliqud > d'algo, calidario > caldeiro, etc. y se vocaliza siese sorda: talpa > toupo, multiu > muito, salta > souto,  (García García, 1983, 101).

Las soluciones expuestas se sitúan en la misma línea de las alcanzadas en otras lenguas peninsulares:
En castellano, la solución repecto de las oclusivas sordas, si bien no está tan extendida no es distinta a la anteriormente descrita  'baptizo' > 'bautizo', captivus > cautivo, raptus > , rapitus > 'raudo', etc. en otros casos sin embargo se suprime directamente la interferencia 'cupiditia' > 'codicia'. Por el contrario en el dialecto asturiano central la tendencia es la de proceder a su sustitución por un sonido lateral, haciendo extensiva a las sonoras la solución alcanzada en las lenguas gallegoportuguesas respecto del conflicto de oclusivas sonoras: cupiditia > 'coldicia', 'recapitare' > 'recaldar', aunque puede aparecer sin motivo aparente doce > dolce. Como hemos señalado esta parece ser una solución un tanto artificiosa, producto de la interferencia de los distintos dialectos asturianos y el castellano, pues como señala Caveda y Nava y resulta del examen de los textos medievales las soluciones alcanzadas si bien presentaban un carácter más conservador, no son distintas a las alcanzadas en  el castellano.

Por consiguiente aún cuando se trata de un fenómeno común a las lenguas del occidente peninsular parece que el mismo debe focalizarse al noroeste de la penínsular ibérica, manifestándose de modo regresivo y de forma discontinua desde la galaicofonía hacia el resto de las lenguas peninsulares.

BIBLIOGRAFÍA: Lapesa Rafael El dialecto asturiano occidental en la Edad Media, Universidad de Sevilla, 1998; Chela-Flores, Godsuno, "Oclusivas, fricativas y aproximantes en el español: hacia una explicación de la marcadez y estado actual de las obstruyentes sonoras", Cervantes Virtual, Opcion v.25 n.59 Maracaibo ago. 2009. Frías Conde, X.F. El gallego exterior a las fronteras administrativas, Universidad Complutense 2001. García García, "El Habla de El Franco", Mieres del Camino, 1983.